martes, 23 de julio de 2013

Memoria selectiva



Si me miras o no ya poco importa. Vas dejando trozos de ti en otras ciudades y poco importa. Solo piensas que algún día volverás a recogerlos, seguramente de las manos de un vagabundo, para recuperar esa otra vida. Pero, ¿cómo?, si ya no recuerdas la ciudad, ni la casa en la que vivías, ni si estaba o no cerca del mar. Si ya no recuerdas ni los besos. Y qué mentira. Y qué putada. Olvidar todos los rincones. Los nombres de las calles, todas las fuentes y las paradas de autobús. Todos los puentes y los barrios y los bares. Poder olvidarlo todo, y sin embargo aún palpiten los besos en la memoria, como si fueran de ayer, como si te hubiera querido.