Estos días ensayo
el arte de conocer un alma sin tocarla.
El desquiciante y cautivador baile
de los ojos que no se miran,
de las palabras mudas
y encendidas
que susurran, gritan, alaban
sonríen, acarician, despiertan
y sueñan y arropan y muerden
y duermen
y ansían
y aguardan.
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